Las vías abiertas en los juzgados han ido pasando de la vía penal -que no encontró delito- a las civiles y administrativas, que se han declarado no competentes. Y mientras, Boliden ha conseguido escabullirse del pago de los 90 millones de euros exigidos por la Junta como compensación por los costes de la limpieza de los lodos tóxicos.
Tras años de mareos legales, la Junta ha terminado acudiendo al Tribunal Supremo para intentar reabrir la vía administrativa. Actualmente, la Sala de Conflictos del TS está pendiente de resolver qué jurisdicción -civil o administrativa- es la competente para encargarse definitivamente del caso.
El periplo en los tribunales tuvo un primer hito importante en 2001, cuando un juzgado de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) y, posteriormente, otro de la Audiencia provincial, archivaron el proceso penal en el que estaban imputadas 21 personas, entre técnicos de Boliden y de las empresas constructoras, así como funcionarios de la Junta y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). De esta manera se cerraba, parece que definitivamente, la vía penal.
El siguiente paso fue llevar el caso a la vía civil, pero allí, el juez de la sala de Primera Instancia número 12 de Sevilla se inhibió y resolvió que debía instruirse un procedimiento administrativo. Este procedimiento se completó por parte de la Consejería de Medio Ambiente, concluyendo, en una resolución, que Boliden debía pagar 90 millones de euros por los gastos derivados de la tragedia ecológica.
La compañía sueca acudió entonces a la Audiencia de Sevilla y presentó un recurso contencioso administrativo contra la decisión de la Junta. Pero allí, de nuevo la sala estableció que no era competente para llevar el litigio. En diciembre de 2007, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía anuló el procedimiento administrativo de la Junta en el que reclamaba los 90 millones. El TSJA apuntó, además que la vía contencioso administrativa no era la adecuada y había que volver a la civil. La única salida que le queda a la Junta es elevar el problema a la Sala de Conflictos del Tribunal Supremo para que resuelva quién es competente.
Boliden también ha conocido reveses judiciales. En noviembre de 2006, el Juzgado de Primera Instancia 9 de Madrid archivó la demanda civil que, por importe de 248 millones de euros, presentó la multinacional sueca contra ACS, Intecsa, Geocisa y otras empresas españolas que realizaron trabajos y controlaron la seguridad de la balsa. Esta sentencia está recurrida ante la Audiencia de Madrid, que aún no ha fijado fecha para la vista, han informado a Efe fuentes de Boliden. Curiosamente, la decisión de archivar se fundamentó en el mismo peritaje que usó cinco años antes el juzgado de Sanlúcar la Mayor para archivar el caso por la vía penal.
Sigue también abierta la suspensión de pagos de la filial española de Boliden, que supuso una orden de embargo de 141 millones de euros. Boliden recurrió.
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